Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.
Antecedente:
CRÓNICA MEXICANA
(C) Gonzalo Díaz Migoyo y Germán Vázquez Chamorro
Comentario
Capítulo 84
Trata como después de aberle hecho sepoltura al rrey Ahuitzotl, se elixió por rrey de la gran Ciudad de Mexico Tenuchtitlam a Tlacochcalcatl Monteçuma el Moço, y como le elixieron por tal rrey
Dixo el rrey Neçehualpilli a todos los mexicanos juntos: "Ya sabéis, señores mexicanos, que soy de ura casa y corte, que rrigo y mando como bosotros y estee rrey que está aquí, y somos basallos todos a la corona e ymperio mexicano. Antes que se bayan todos estos señores prençipales forasteros quisiera no estubiese esta corona, ymperio mexicano, a scuras, tinieblas, sino mucha su [116v] su claridad, como gran señora y cabeça de todo este mundo, que, en fin, es ymperio y de no auer claridad en él podría ser los nueuamente trados a la corona se rrebelasen sustrayéndose; alliende que estamos çercados de muchos enemigos nros, como son los tlaxcaltecas, tliliuhquitepas, Mechuacan y otras muchas muy grandes prouinçias de enemigos atreueerse an a benir sobre nosotros; alliende ban muchos mexicanos y de nros basallos a los tratos, grangerías de mercadurías y sustento umano, pasarlo an mal y aun yrán con rriesgo de las bidas. Quisiera, señores, para no tomaran trabaxo uros amigos los mexicanos de caminar al llamamiento de los que están presentes, todo los señores, se elixesen un rrey, el que bosotros los señores mexicanos más ura boluntad fuere y pertenesçiente, tomase esta gran carga de rregir, gouernar este ymperio, gran rrepública mexicana, por estas y otras cosas muy ymportantes a la cabeça del mundo, Mexico Tenuchtitlam. Señalá, señores, con el dedo, dezid a éste queremos, a éste señalamos por tal nro rrey y señor, pues sabéis, señores, que se crían y son ya criados muchos de los señores hijos de los rreyes pasados, que algunos se an hecho cantores, otros cuachicmee, otros otomi y los demás ban tomando uros nombres y rrenombres de TIaacateccatl, Tlacochcalcatl, Ticocyahuacatl, Acolhuacatl, Hezhuahuacatl, otros muchos y otros menores, están y rresiden la casa prençipal de los rreyes en calmecac, que allí les señan los saçerdotes el rregir, gouernar el mundo, que éstos tales son hijos de los rreyes fueron, de Axayacatl teteuctli y Tiçoçic. A uno de éstos, señores, podéis señalar y elegir por tal rrey y señor nro y de nro gran ymperio mexicano. Y esto es lo que e dho. Agora, señores, proponé uro acuerdo y cauildo". Lebantóse uno de los mexicanos, dixo: "Señores, lo que dize el señor rrey de Tezcuco y Tacuba es la mera berdad, que ay muchos herederos hijos de rreyes pasados y son niños los que al presente son; que elixamos y pongamos rrey muchacho, yrá este ymperio diminuyendo a menos, y de que daremos nota a los enemigos nros, son los de Tlaxcala, Huexoçingo, Cholula, tliliuhquitepecas, Meztitlam, Mechuacan, chichimecos y costeanos. Es menester se ponga el cargo de este ymperio persona baronil, de hedad, sagaz, prudençia, manso, cruel, para los buenos clemençia, para los malos crueldad, teman el castigo nro, obedescan nros llamamientos a los tienpos menesterosos, largueza, franqueza que de sí salga. Y digo con esto más, que començemos de los herederos los hijos mayores que de ellos quedaron, que de los hijos del rrey Axayacatl el uno es llamado Teçoçomoctli, el segundo llamado Matlatzincatl, terçero llamado Yupihuehuetl, quarto Macuilmalinal, quinto llamado Coyoltzilin, sesto llamado Monteçuma, sétimo su primo hermano, Oyxtlilcuechahuac, otauo y su primo, Çeçepatic, nobeno Teyohualpachoa, y éstos de nenguno dellos no son muchachos sino mançebos de buena hedad de treinta años y son ya todos tequihuaques, mayorales, las guerras todos se ponen beçoleras, orexeras de oro, trançados de colores con pluma rrica abentaxada, como tales señores tenidos de tal rrey sus hijos. Y los hijos que dexó el rrey Tiçoçic teuctli, el uno llamado Tezcatlpupuca, segundo Ymactlacuia, terçero Mauhcaxochitl, quarto Tepehua, quinto Chalchiuhquiauh, sesto Nahuacatl, setimo Cuitlachihuitl, y todos [117r] asimismo tequihuaques balerosos, mançebos tequihuaques y con cargos preminentes la rrepública y las guerras. Y los hijos de este rrey de agora Ahuitzotl, el uno llamado Matlaxihuitl, segundo Atlixcatl, terçero Macuilmalinal, y estos tanbién son ya mançebos hechos y con cargo la rrepública y guerras".tonçes dixeron los dos rreyes, Neçahualpilli y Totoquihuaztli, con los doze eletores del ymperio, Tlacochcalcatl y el nuebo Çihuacoatl, Tlilpotonqui, con todos los otros, conformados con los dos rreyes, se escoxiese y nombrase y fuese el rrey Tlacochcalcatl Motecçuma, hijo heredero del rrey Ayaxaca, "porque no es muchacho sino hombre hecho de treinta y quatro años. A éste nos conbiene y conbiene a la rrepública mexicana que rrija, gouierne, tome a cargo y a cuestas este ymperio, que es baleroso mançebo y baliente, ábil, y trae como tal soldado trançado el cauello con preçiada plumería, beçolera, orexera de oro y trae abentaxada dibisa y armas, espadarte y rrodela". Rrespondieron con los rreyes que ansí le abían bisto por las obras y con los ojos corporales, fuese él el nonbrado y señalado, Tlacochcalcatl Monteçuma. Conformados uno los doze del ymperio, teniendo junto a la chimenea allí el brasero y lumbre y copal en una xícara de nequén azul, que paresçía berdaderamente xícara de tupida staua, llaman top[?]xicalli, y un punçón de hueso de tiguere aparexado y otro de hueso de león y el ynçensario y preçiada manta muy rrica y pañetes, cotaras doradas y la corona llaman xiuhhuitzolli, que es una media mitra se pone desde la frente y detrás del colodrillo se ata con una sotil trença, ba rrematando en delgado como el corte de un escarpín de lienço, fueron luego todos como estauan, los dos rreyes y los doze eletores, por el Monteçuma a calmecac y le truxeron, diziéndole: "Bamos, señor, a buestro rreal palaçio a tomar ura silla y asiento"; todos los quales le estauan esperando a la puerta de la gran sala, diziéndole los rreyes: "Seáis, señor, muy bien benido. Lleuáronlo luego junto a la chimenea, staua allí lumbre, y allí le hazen una larga oraçión diziéndole que con el acuerdo de los rreyes y boluntad del senado y mediante la boluntad del que es ayre, noche, agua y tiempos, el señor que es de su albredrío, somos sus esclauos, "os tiene elexido y nombrado por rrey y monarca de este ymperio mexicano y de todas las nasçiones suxetas a él", con otras muchas exortaçiones, como fino oro o esmeralda le pusierom, y juramentándole de tener abastada, limpia, muy frequentada la casa y templo del tetzahuitl Huitzilopochtli. Díchole esto, le tomaron de las manos los dos rreyes y lo hizieron asentar su trono y luego le tresquilaron conforme a los rreyes y luego le aguxeraron la ternilla de la naris y le pusieron un muy sotil y delgado cañutillo de oro, llaman acapitzactli, y luego le çiñeron un tecomatillo para dezir o significar de tener piçiete en él, que es esfuerço para los caminos, orexera, beçolera de oro y una manta de rred azul, como una toca delgada con mucha pedrería muy menuda, rrica, y pañetes muy rricos, costosos, unas cotaras doradas y azul y la corona del señorío. Acabado, le sahúman con el ynçensario, luego le saludan los dos rreyes, nombrándole emperador de Mexico Tenuchtitlam. Y luego ban los doze eletores del ymperio, le proponen una muy larga oraçión y del parabién su monarchía, trono y señorío, diziéndole: "Ya amanesçió, que estáuamos en escuridad y tinieblas. Agora rreluze el ymperio como espexo con rrayos". [117v] Y la oraçión se le hizo fue muy larga, prolixa, con muy delicadas y sentidas palabras, adbertiéndole cómo a de rregir, gouernar la rrepública mexicana, "mirar y boluer por los basallos de tetzahuitl Huitzilopochtli, que es cargo para no dormir; beer, tender cómo a de ser serbido, adorado, rreuerençiado, loores y sacrifiçios al tetzahuitl Huitzilopochtli; y los basallos rresçibidos como a tales tributarios, aposentándolos, bistiéndolos, dándoles lo nesçesario para las bueltas de sus tierras; a los enemigos, contra ellos mucho ánimo y mucha clemençia, con alagos, dádiuas, para bengan en rreconosçimiento sin ynterés; los templos, sobre todo, más abentaxados a omrra del Titlacahuan (De quien somos esclauos); con los biexos, biexas, mucho amor, dándoles para el sustento humano; rregalados los prençipales, teniéndolos en mucho y dándoles la onrra que meresçen, llamarlos cada día a palaçio, coman con bos, ganándoles las boluntades, que en ellos está el sustener el ymperio buenos consejeros, buenos amigos, por ellos os es dado el asiento, silla, estrados, omrra, señorío, mando y ser. Y sobre todas estas cosas de abisos, consexos, el tener espeçial cuidado de lebantaron a medianoche, llaman yohualitqui Mamalhuaztli (las Llaues llaman de San Pedro) de las estrellas del çielo, Çitlaltlachtli, el Norte y su rrueda, y Tianquiztli (las Cabrillas), la Estrella del Alacrán figurado (Colotlyxayac), son significadas las quatro partes del mundo guiadas por el çielo; y al tiempo ba ya amaneçiendo, tener gran cuenta con la estrella Xonecuilli, que es la comienda de Santiago, es la que está por parte del sur hazia a las Yndias y chinos; y tener qta con el Luzero de la mañana; y al alborada, llaman Tlahuizcalpanteuctli, os abéis de bañar y hazer sacrifiçio, bixaros de negro, abéis luego de hazer luego penitençia de punçaros, sacaros sangre las orexas y molledos, piernas, tomar luego el ynçensario, antes le hechéis el sahumerio de copal, mirar hazia al nobeno çielo y sahumar. Cargo de los montes, sierras, aguas: estén los caminos usados, limpios, barridos, en espeçial adonde se an de hazer los sacrifiçios de penitencia de sangre, los saçerdotes hazen cada día; y cuenta las partes que ay manatiales y ojos de agua y cuebas de agua, sean guardadas como la de nra madre llaman Ayauhcalco (que está agora allí el rrepartidero de çacate y labrado ençima y çegado está la hermita de Sancto Tomas Apóstol), que en estas y otras partes hazen su penitençia y sacrifiçio los saçerdotes. Y estos abisos os damos, mançebo, señor prençipal, hijo tan amado de esta esclareçida rrepublicana y de nosotros, uros basallos". Con esto, concluyeron los dos rreyes, dexando el cargo a la rrepública le consolasen y abisasen de otras cosas nesçesaria al gouierno y mando del rreyno e ymperio mexicano. E prosiguió adelante el señor de Tacuba, Totoquihuaztli, dixo: "Tan, hijo nro, tenderéis que detrás de estas sierras y montes están nros enemigos y enemigos del tetzahuitl Huitzilopochtli, los de Tlaxcalan, Huexotzinco, Chulula y Tliliuhquitepec y Yopitzinco, Michuacan, chichimecas y Meztitlam y Cuextlan y los otros costeanos Anahuac. Todos estos abéis de conquistar, [118r] ganar y adquerir, suxetar al templo de Huitzilopochtli, que uro ofiçio a de ser hazer espadartes, rrodelas, tostar baras y endereçallas y hazer ychahuipiles, para tener y gozar esta silla de este ymperio; que para aber de gozar y comer el bocado a de ir mezclado y rrebuelto de miel y hiel, y con dolor y amargura. El mandar, con prudençia, mirada y rrecadamente, con abiso, con acuerdo de los mayores, para no caer torpezas, desatinos, si no mirá quán caro le costó a uro tío el rrey pasado de traer rrepentinamente el agua de Acuecuexatl, que oy dura la rrepública mexicana el dolor, lástima de beerse perdidos totalmente por ello la rrepública; bisitando los quatro barrios de esta rrepública personalmente, a Moyotlan, Teopan, Atzacualco, Cuepopan, que son partes adonde salen y crían, dotrinan las águilas, tigueres, leones osados de los buenos soldados y buena rrepública". Rrespondió el rrey Monteçuma, rrindió las graçias a todos en general con mucha prudençia y como ábil hombre que era.